A través de mi vida frecuentemente he caído en el pecado. A pesar de ser Cristiana, lucho para creer que tengo el poder de resistir cuando soy tentada. Caigo en la tentación una y otra y otra vez.
Satanás me ha tenido exactamente dónde él quiere tenerme…. Desvalida, avergonzada, temerosa y condenada.
No fue hasta que estudié y me empapé de lo que la palabra de Dios dice respecto de la tentación, fue entonces cuando pude descansar completamente en sus promesas. Aunque estudiemos la palabra de Dios debemos hacer que se convierta parte de nuestras vidas.
Para quienes tienen la misma lucha, mi oración es que a través de un estudio profundo de estos versículos obtengan las fuerzas, que yo continuamente obtengo.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. 1 Pedro 5:8-9
La tentación está alrededor de nosotras. No importando quien eres o en que creas, tú enfrentaras la tentación al pecado todos los días. Nadie esta exento.
Sin embargo, la tentación por sí sola no es pecado, hasta que tú pecas. Tenemos la opción de pecar o no.
La naturaleza de Satanás es tentar y seducir a las personas a hacer el mal y que se rebelen contra Dios.
Su objetivo es convencer ciegamente a los no creyentes que nieguen la presencia de Dios, mientras que a los creyentes nos seducen a dudar del poder y las promesas de Dios. A pesar que tenemos un oponente formidable, nuestro Dios es más grande.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 1 Juan 2:16 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Cada pecado que cometemos proviene de nuestros propios deseos, por lo que somos tentados en los siguientes tres aspectos de nuestras vidas:
- Los deseos de la carne: La tentación de experimentar placer físico de algunas actividades pecaminosas, así nuestra carne y nuestros sentidos son satisfechos (por ejemplo la glotonería, pecado sexual, morosidad, chismes, violencia física, enojo, la pereza, el abuso al alcohol y drogas.)
- Los deseos de los ojos: La tentación de ver las cosas que no deberíamos de ver, desear pecaminosamente cosas que miramos y que Dios nos ha ordenado no tener (por ejemplo la codicia, la avaricia, los celos , la pornografía, la envidia. )
- La vanagloria de la vida: La tentación de desear desenfrenadamente el éxito, la grandeza y el poder (Por ejemplo el orgullo, justicia propia, falta de perdón, la exaltación, la mentira, complacer a las personas, y la ambición.)
Satanás manipula a las personas, a las circunstancias y la oscuridad que nos rodea para tentarnos. Sin embargo, el siempre usará nuestros tres deseos del corazón para tentarnos.
El objetivo de Satanás es mantenernos viendo a cualquier lado excepto hacia el trono de gracia y misericordia de Dios.
Siempre que necesitemos un plan estratégicos para vencer, debemos de ver a Jesús.
Jesús fue capaz de hacer la voluntad de Dios, porque él la conocía a la perfección. Así que, aprendamos de esta promesa maravilla de Dios que encontramos en 1 Corintios 10:13
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana…
Cada persona tiene que enfrentarse a ser tentado es sus tres deseos. Aunque el pecado especifico puede ser diferente, los deseos son los mismos. Nosotras no estamos solas en esto. Así que debemos de romper el poder de la vergüenza y del fracaso al poner nuestra confianza en Jesús como nuestra justicia y nuestro redentor de todos los pecados.
Dios es fiel…
Dios es fiel. Nota que no dice que nosotras somos fieles. Dios es fiel con su pueblo en tiempos buenos y en los malos tiempos. Cuando todos los demás fallan, Dios es amor y sus promesas nunca dejan de ser.
Quien no te dejará ser tentado más allá de lo que puedas soportar…
Dios conoce nuestros límites. El restringirá cualquier muralla que venga hacia tu vida y que tú no puedas soportar. Y si se vuelve muy pesada la carga, él promete a través de las escrituras que él nos rescatara.
Pero con la tentación también vendrá la salida para poderla soportar.
Dios promete una manera de escapar de la tentación, y aunque me cuesta reconocerlo así es. Mientras que en medio del juicio, del problema y de la tentación, es muy difícil ver a Dios y mucho más difícil ver una salida. Sin embargo, debemos practicar experimentar la presencia de Dios en nuestras circunstancias cotidianas y mundanas. De esta manera podremos discernir su susurro y poder ver claramente su voluntad en medio de la confusión y el ruido de la tentación.
Serás capaz de soportarla…
Dios nos conoce íntimamente a cada una de nosotras. El conoce nuestras habilidades para soportar la tentación, porque el tomo nuestro lugar. Estamos divinamente diseñadas por Dios para soportar el camino que nuestras vida tomará y para enfrentar los sufrimientos en la vida que debemos enfrentar.
No todos pueden soportar lo que tú puedes soportar.
No todos pueden enfrentar lo que tú puedes enfrentar.
Si en estos momentos te encuentras en una batalla, tienes fe en tu corazón que Dios te ha dado cada cosa que necesitas para tener la victoria.
Nuestro sumo Sacerdote comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó. Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.
Nuestra esperanza viene de la promesa que no estamos solas. Jesús también fue tentado en sus tres deseos centrales igual que nosotras somos tentadas. Sin embargo, él fue perfectamente capaz de resistir y vencer sin pecar a través de la palabra y poder de su padre celestial.
No somos perfectas. Vamos a fallar. Pero Jesús conoce que la lucha es real, para que podamos correr hacia él sin vergüenza, sin carga y sin restricciones, sabiendo que en él siempre encontraremos misericordia, gracia y perdón ilimitados.
Cuando enfrentes la tentación, escoge a Jesús una y otra y otra vez.
Paz y gracia para ustedes.
Terria