Â
He aquà Dios es salvación mÃa; me aseguraré y no temeré;
porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová,
quien ha sido salvación para mÃ.
Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.
Y diréis en aquel dÃa: Cantad a Jehová, aclamad su nombre,
haced célebres en los pueblos sus obras,
recordad que su nombre es engrandecido.
Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magnÃficas;
sea sabido esto por toda la tierra.
RegocÃjate y canta, oh moradora de Sion;
porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Â
IsaÃas 12:2-5
Â
Cuan hermoso es el dÃa de la alabanza cuando ves al amado mientras viene trayendo sus brazos abiertos, llenos de amor, y bendices cada paso que le acerca a ti, y sientes como tu alma es saciada de amor y descubres que la salvación es la fuente que salta para vida eterna y lo llena todo.
El que cree en mÃ, como dice la Escritura, de su interior correrán rÃos de agua viva. (Juan 7:38)
Cada domingo, o ¿Por qué no, también durante la semana? se llena nuestro corazón de alabanza por la maravillosa salvación recibida. Nuestro corazón se calienta, ¡pero hay tanto frio afuera! Este mundo necesita escuchar, y si callamos, ¿qué oirán?.
En el último y gran dÃa de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
Si alguno tiene sed, venga a mà y beba. (Juan 7:37)
Â
Casi puedo escuchar la emoción en la voz del Señor, puesto en pie, proclamando en voz alta y clara que solo Él da saciedad. ¿Lo has sentido? ¿Sentiste Su calor llenando tu corazón?
¡Oh!, que podamos derramar ese calor, que dejemos que rebose fuera de nuestro corazón.
¡Oh! que nuestra alabanza y gratitud no sea una fuente estancada, sino un manantial que corre por este valle de oscuridad y sea como una antorcha que va iluminando el mundo. Que muchas puedan conocer, que no puedan negar un dÃa, que conocieron la luz. Que todo el mundo sepa quién es nuestro Dios, qué proezas ha hecho, cómo nos ha llenado de gozo y que todos puedan oÃr, porque Él es un Dios grande que merece ser exaltado, que merece ser proclamado.
¡Despiértate, corazón mÃo!
   ¡Despiértense, lira y arpa!
   Con mi canto despertaré al amanecer.
Te daré gracias, Señor, en medio de toda la gente;
   cantaré tus alabanzas entre las naciones.
 Pues tu amor inagotable es tan alto como los cielos;
   tu fidelidad alcanza las nubes.
Exaltado seas, oh Dios, por encima de los cielos más altos;
   que tu gloria brille sobre toda la tierra.
Salmo 57:8-11
Â
Ruth Pastor
Siguiendo siempre sus huellas
escuchando-llover.blogspot.com.es
hermanas me siento muy agradesida por sus estudios ,son de gran bendicion,aliento,y fortalesa en dias difisiles ,ahun asi me siento con gozo y paz,gracias a nuestro Señor y su bella palabra ,y el gran poder que es el espiritud santo ,bendito sea nuestro Dios y que toda la gloria sea para El
________________________________